Como ya sabes, con el encendido de luces del famoso arbolito del Rockefeller Center, el pasado 3 de diciembre, se dio inicio a la Navidad en Nueva York.
La ciudad luce hermosa. Por todas partes el espíritu de la Navidad se hace sentir. La Quinta Avenida está de ensueños. La intensa actividad que supone el ir y venir de millones de almas por sus calles y avenidas no la detiene ni el frío ni la lluvia.
Son tantas cosas las que tiene para mostrar, disfrutar y pasarlo bien, que sólo detallarlas sería largo y de nunca acabar.
Sin embargo, hoy se me antoja sugerirte un par de cositas que debes hacer si estás pronto a viajar a La Gran Manzana, y que no te debes perder por nada. Y lo mejor ¡sin gastar un sólo centavo!
Patinar en hielo
Si eres un hábil patinador en hielo seguro querrás disfrutar de sus pistas de patinaje, bien sea en Central Park, Rockefeller Center o en Bryant Park. En cualquiera que elijas te la pasarás divinamente.
El Central Park, por su propio entorno natural hace de la experiencia todo un encanto. El Rockefeller Center no se queda atrás, con su amplia pista al pie del inmenso arbolito de Navidad y todo el glamour del lugar. Sin embargo, en estas pistas sí hay que pagar, pero Nueva York siempre te tiene un regalito, y es la oportunidad de patinar gratis en Bryant Park.
De modo muy particular te diré que Bryant Park me encanta, y no por que sea gratis, es que el ambiente es ¡fantástico!
Con su amplia pista ubicada en la parte posterior de la Biblioteca Pública de Nueva York, y todo ese gentío haciendo sus acrobacias, tanto que muchos parecen realmente profesionales, se presenta como una alternativa más que divertida y encantadora. Algunos patinadores me sirven de inspiración al verlos hacer sus malabares para no ir directo al piso, a donde seguro iría yo el día que lo intente ¡porque espero hacerlo!
Al caer la noche, con su arbolito bellamente iluminado y por un lado asomando el Empire State en medio de una bruma especial, y por el otro la cúpula del Chrysler y otros tantos rascacielos, tienes la sensación de estar insertado en medio de una postal magnífica.
Otro de sus atractivos son sus pequeños locales al aire libre, te fascinarán. Te asombrará cómo se las ingenian para crear tanto glamour en espacios tan pequeñitos, algunos con chimeneas y lámparas lujosas, con decorados bien sea deslumbrantes, como acogedores y pintorescos. Todos invitan a darles un vistazo.
Hacerte niño viendo las vidrieras de Lord & Taylor
Tengo que decirlo, es mi tienda favorita en cuanto al decorado en Navidad. Simple y sencillamente ¡preciosa! Las vidrieras están llenas de escenarios con motivos navideños, arreglos más que profesionales, verdaderas obras de arte. Tan bellas son que hacen a grandes y chicos exclamar todo tipo de expresiones de admiración. Y no es para menos, sí que vale la pena pasar un rato por allí, así tengas que hacer fila para ver cada vitrina. Esto no te lo debes perder, es una experiencia que te hará retornar a los años más tiernos de tu infancia. Despertar ese niño que todos llevamos dentro ¡no tiene precio! ¿Y en esta época? Sin comentarios…
Tomarte una foto junto a «Paciencia» y «Fortaleza»
Ya lo sabes, son los famosos leones custodios de la Biblioteca Pública de Nueva York: Patience (Paciencia) y Fortitude (Fortaleza). No es que tengan algo diferente, son los mismos de siempre, sólo que ahora lucen ataviados con una gran guirnalda navideña que cuelga en sus cabezas, siempre erguidas e imponentes como son. Una foto que no te debes perder.
Tomarte una copa de champán en alguna de sus tiendas exclusivas
Esto sí que me encanta en Nueva York. La primera vez que vi semejante detalle fue para una Navidad en Cartier. Pero hace poco me encontraba viendo el nombre de una tienda en medio de la noche, cuando de pronto veo a través de la vitrina a un señor haciendo gestos con sus manos para animarme a entrar, cuando lo hice enseguida me instó a tomar una copita de champán que ya tenían servidas y de lo más burbujeantes y apetecibles, más unos postrecitos todos gourmet, una delicia.
Caramba, vale mencionar la tienda: Karen Millen. Ya adentro recorrí el local, algunos vestidos muy lindos, en especial me llamó la atención la línea de los abrigos, con un estilo algo diferente a lo que comúnmente vemos por ahí. Eso sí, los precios algo cariñosos: $340.00, $670.00…y así…Pero que nada te asuste, entra y disfruta de todo lo que Nueva York tiene para ti, nadie te presiona a comprar ni te hacen caras ni nada, y hasta parecen felices con tu visita.
Darte una vuelta por Times Square y alucinar con tantas luminarias
Es que Times Square es imperdible. Si estás aquí, no hacerlo es como insultar a la ciudad, es uno de los lugares más representativos de La Gran Manzana. Como atractivo turístico, todo un emblema. Cuando se conoce por primera vez impresiona, pero no te preocupes, que hasta la fecha no he visto moscas revoloteando cerca, así que no creo que se te metan a la boca cuando te quedes boquiabierto viendo tanta locura como supone este lugar, punto de encuentro de todos los turistas, así vengan varias veces.
Comer en MacDonalds de Times Square y sentir la magia de su decorado
¡Esto sí que está lindo! Te hará mucha gracia entrar y encontrarte con todas sus paredes representando la ciudad, especialmente el área de Times Square, y encima, si te sientas al lado de sus ventanas, no podrás dejar de admirar cómo lo que realmente tienes ante tus ojos, está allí en pintura. Tremendo arte, te encantará.
Disfrutar de sus shows callejeros
Esto es del diario vivir. Fácil te encuentras a alguno de los famosos vaqueros semidesnudos en pleno frío, tocando su guitarra y cantando, tomándose fotos con las bellas damas, muchas muy audaces pellizcando lo único que tienen cubierto por atrás. Lo más gracioso es que son sus parejas quienes toman la foto de lo más complacientes.
También podrás ver algún grupo de acróbatas, o bailarines, con sus shows callejeros, muchos de verdad que impresionan. En fin, hay de todo por todas partes. Pero en Times Square y el sector más concurrido por los turistas en la Quinta Avenida, son las áreas donde más los encuentras. Algunos son realmente admirables, te asombrarán.
En una próxima publicación te compartiré otras cositas para pasarla bien en «La ciudad que nunca duerme».