Si hay algo que verás cuando visites Nueva York, son los coloridos carritos de vendedores ambulantes con sus famosos y populares pretzels. ¡Por todos lados están! Y a precios estupendos.
¿Y qué son los pretzels?
En los supermercados los vemos en el departamento de snacks, generalmente son pequeños. Se trata de una especie de panecito horneado, de aspecto entrelazado, algunos son de textura suave y otros más firmes y duros.
Los que abundan en las calles, y locales comerciales de Manhattan, suelen ser más bien grandes, algunos pueden dejarte realmente lleno. Los hay muy variados, tanto en formas, tamaños, y sabores.
Si nunca probaste uno debes saber que su sabor es más bien simple, ligero, algunos muy bajitos de sal, pero tiene un no sé qué que lo sigues comiendo, aún cuando quizá no te parezca nada del otro mundo. Y cuando están calentitos te gustarán más.
Pero si estás en Nueva York de visita -aunque no te llamen mucho la atención- al menos un pretzel debes comprarte, es como parte de la misma ciudad, de su esencia. De allí que sean taaan populares y solicitados.
Origen
Por su marcada presencia en las calles de Nueva York, pudieras pensar que es originario de la ciudad, sin embargo no es así. Existen evidencias de su existencia a través de pinturas de siglos atrás.
Como es de imaginar, con el tiempo surgieron múltiples versiones acerca de su origen. Algunos se lo atribuyen a diferentes lugares en Estados Unidos, o que data del siglo XIX. Y como éstas tantas más.
Queda difícil conocer con precisión cuándo y dónde nace este famoso producto. Esa verdad seguro se perdió en el silencio de los tiempos, pero en todo caso proviene de Europa, Alemania seguramente, pues del antiguo alemán brezitella deriva la palabra brezl, hasta llegar al actual pretzel. En varios países de Europa el término, aunque variado, sigue siendo muy parecido.
Un consentido de Nueva York
En Nueva York el pretzel tuvo una gran aceptación, siendo un éxito total entre los consumidores. Aquí tal parece que hizo del lugar su hogar eterno, pues en todas partes te lo encontrarás. Y en ocasiones sí que te sacan de apuro. Gracias a ellos puedes aplacar una fatiga en medio del corre corre característico de Manhattan, si no dispones de tiempo para sentarte a comer tranquilamente dentro de un restaurante.
Si tienes pensado visitar la ciudad de Nueva York, ya lo sabes ¡A disfrutar de sus famosos y consentidos pretzels!
Como recuerdo gracioso, tómate la clásica foto dándole una mordidita al pretzel en La Gran Manzana. ¡Que lo disfrutes tanto como tu visita!