Nueva York vuelve a la «normalidad» poco a poco, pero cuesta adaptarse a los nuevos cambios establecidos por razones de seguridad, tras la pandemia del COVID-19. Aquí te comento algunas medidas adoptadas, varias de las cuales tardarán en desaparecer, otras, quizá nunca…
Restaurantes y comida de auto servicio o tipo buffet
Sólo por mencionar un ejemplo, en el fabuloso Whole Foods Market, en Times Warner Center, ahora tienes que armarte de paciencia y hacer filas enormes afuera del edificio, guardando las debidas distancias, por supuesto, (y de más está decir que la mascarilla es requisito obligado). Sólo puedes ingresar por una puerta de las varias que tienen. Un seguridad se encarga de controlar el número de personas que entra. Una vez adentro, otra persona, al pie de las escaleras que te conducen a la planta baja donde se encuentra el restaurante, te avisa cuándo pasar. Al llegar al lugar, verás líneas que indican que hasta allí te puedes acercar. Es decir, te mantienes distante de las mesas de comida. No puedes tocar nada. Un trabajador se acerca a ti y le tienes que indicar lo que deseas, te lo sirve y listo.
Estos cambios, aunque necesarios, resultan un poco complejo, pues con suerte, si no hay gran movimiento a la hora en que te encuentres allí, todo bien, de otra manera sería muy difícil atender en esa forma a tantas personas como suele tener este lugar muy visitado en Nueva York.
Lo otro, es que la variedad de platos está muy reducida y no hay mucho donde escoger, cuando antes de la crisis sanitaria la variedad de comida para todos los gustos, y estilos de alimentación, era impresionante. Y estos cambios seguro que se mantendrán por mucho tiempo, si no es que termina afectando a esta clase de negocios tan populares, donde tú escoges lo que deseas y pagas por peso. Cómodo, práctico y conveniente para todos.
En los restaurantes en general, sólo comer afuera en sus mesas, nadie adentro. En algunos sólo puedes pasar a retirar tu pedido. Hasta la fecha esto se mantiene.
Estaciones del metro
El piso está marcado indicando las distancias que se deben mantener. Esto realmente funciona en horas de poco movimiento, de lo contrario es casi imposible ajustarse a esa medida, son tantos los usuarios del metro, principal y vital medio de transporte en Nueva York, que la cercanía entre unos y otros es inevitable. Eso sí, todos con su mascarilla puesta, raro ver a alguien que no tenga su rostro cubierto. Se dice que Nueva York es el lugar donde más mascarillas se están usando, lo que ha ayudado a controlar el número de contagios que en su momento fue muy crítico, siendo uno de los lugares más golpeados por la pandemia en el mundo entero.
Y, bueno, para todo tipo de transporte público, es requisito entrar con tu mascarilla puesta, igual que en todos los negocios y establecimientos comerciales. Si sales de casa sin ella estarías en problemas.
Lavanderías
Nueva York es muy costoso y los apartamentos no suelen tener lavadoras y secadoras dentro, ni siquiera en el edificio como ventaja para los inquilinos, claro que algunos sí disponen de esta comodidad, otros no. De allí que se tenga que ir a una lavandería es asunto obligado. En los días más críticos y alarmantes de esta crisis sanitaria, estos locales permanecieron cerrados totalmente. Luego, al abrir, las reglas cambiaron. Ahora no puedes permanecer dentro del local a esperar a que termine el ciclo de tu lavado o secado de ropa, en ambos casos tienes que salir del establecimiento y al terminar no puedes doblar tu ropa allí, te la tienes que llevar tal cual, la idea es que no permanezcas mucho tiempo dentro del local. Tanto en días fríos, como de intenso calor, resulta una medida incómoda. Incluso el horario se vio restringido aunque esto recién empezó a normalizarse y ser como antes.
Los supermercados
En estos establecimientos comerciales las medidas son las mismas que las ya mencionadas, y a la hora de pagar es todo un protocolo, con un personal coordinando tu ubicación para hacer largas filas y luego indicando a cuál caja debes ir.
Clínicas, hospitales y oficinas públicas o privadas
Sin importar el número de personas presentes, las sillas de espera no están disponibles para todos, ya que están marcadas con un letrero que indica mantener distancia, unas entre otras para evitar la cercanía entre sí.
Tiendas de ropa
Lo que compres has de estar seguro que lo quieres y te queda bien, pues de lo contrario te lo advierten en la caja, no se aceptan devoluciones. No sé si aplica esta medida en todas las tiendas, pero es lo que he visto en algunas hasta ahora, lugares donde antes sí tenías uno o dos meses para retornar algo.
Actividades canceladas hasta nuevo aviso
Cuesta ver algunos sitios aún cerrados, ciertas actividades sin funcionar, como los paseos en botes en Central Park, por ejemplo, lo que hace lucir a «El Lago», junto a la Terraza y Fuente Bethesda, un poco triste y apagado, ya que en pleno verano es una de las actividades que dan vida al parque.
Bueno, éstas son algunas observaciones que hacen de Nueva York, por el momento, algo diferente. Se siente al caminarlo, observarlo, respirarlo, sentirlo. Falta mucho para que Nueva York vuelva a ser lo que era antes. Es de imaginarse que estos cambios se observen igual en todo el mundo, ya que esta crisis nos afectó a todos. Y como nada es para siempre, un día terminará. Con fe y confianza en Dios, así será.
Tan pronto se den las condiciones necesarias, Nueva York estará esperando por sus queridos y entusiastas visitantes, muchos de los cuales esperan ansiosos ese momento para visitar La Gran Manzana.
Gracias por visitar Turismo NY, bienvenido(a) siempre 🙂