Y te lo digo por experiencia, ya verás por qué…
Te puede parecer extraño, pero puedes vivir en un lugar por mucho tiempo y no conocer algunos sitios muy distintivos del patio. Pues bien, ya iba en eso cuando decidí que era hora de conocer a la famosa dama con su gran antorcha: La Estatua de la Libertad.
El día de la visita llegó y he aquí lo siguiente: ¡Error de errores! Esos que no debes cometer cuando pienses visitarla.
Por eso, para que tu visita sea grata e inolvidable, te sugiero lo siguiente…luego te cuento qué tal mi experiencia cuando fui.
- Comprar los boletos con anticipación. Más si pretendes subir al mirador.
- Llegar lo más temprano posible, preferible antes de las 8:00 a.m. Así evitarás esperar por una fila interminable. ¡Fácil te toma más de la hora!
- Verificar que el clima sea agradable ese día. Si eres muy friolento(a), como yo, lo vas a sufrir.
- Ir muy, pero muy bien abrigado si finalmente decides ir en temporada fría, más aún si llegas pasada las 10:00 a.m., pues como te digo, aguanta la espera, que es larga.
- Llevar una buena cámara que te garantice excelentes imágenes.
- Ir con alguien que tenga paciencia para tomarte las fotos de tu agrado y atesores ese recuerdo, pues no es una visita que se repite con frecuencia.
- Controlar bien el tiempo para que puedas, al regreso, visitar Ellis Island, un sitio lleno de historia de inmigrantes, desde los inicios de Nueva York.
Estos consejitos que te sugiero seguir, harán más agradable tu visita a la Estatua de la Libertad, y por lo tanto memorable. Yo no los tuve en cuenta y no me quedó una buena impresión. No tiene que ser tu caso si los consideras. Pero como turista puedes estar seguro que es un lugar que debes visitar.
Mi experiencia de aquella visita
¿Por qué te digo al principio que es por experiencia? Pues te cuento. Fui con mi familia un mes de abril, y estaba más que frío. Encima llovió el día entero, y no tuvimos la precaución de ver, previamente, el estado del tiempo para ese día. Llegamos a Battery Park -donde se toma el ferry que te lleva a Liberty Island- después de las 10 a.m. Nos tocó esperar tanto, que a mí me pareció que estuvimos en la fila ¡dos horas! Aquello me robó literalmente todo el entusiasmo. En medio de esa espera, qué crees, me resfrié como resultado de la frialdad y la lluvia. No paraba de temblar. En estas condiciones ningún paseo se disfruta a plenitud.
No quiero que esto te pase a ti cuando decidas visitar la isla. Con buen tiempo, llegando a primera hora -muchos lo harán también pensando en lo mismo, ahora imagínate si llegas después- con boleto en mano, y cuidando los detalles que te sugiero, pasarás un momento agradable.
Sin lugar a dudas que será memorable. Yo, con todo y mi malestar, no pude por menos que sentir asombro al ver aquella estatua enorme, una imagen conocida en el mundo entero y que tantas veces hemos visto en el cine. Al aproximarte a la isla, sientes como si de pronto se levantara imponente y majestuosa ante tus ojos. ¡Es realmente fascinante cuando te acercas!
Así que mi intención no es desanimarte, sólo evitarte un mal rato por falta de precauciones, más aún si vienes por primera o, quizá, única vez. Mi deseo es que la pases de maravillas.
A mí me toca planear ese paseíto nuevamente, ahora sí mejor preparada que la vez anterior, buscando que el buen tiempo me acompañe.
Así que ya sabes, toma nota, y a disfrutar de tu estadía en la Estatua de La Libertad.