Así es. Miles de personas dijeron presente para disfrutar del espectáculo que supone el encendido de las 30 mil luces del famoso arbolito de Navidad del Rockefeller Center. Pero todo esto en medio de una ciudad llena de protestas.
Con el día más que lluvioso -aunque curiosamente no taaan frío- había desistido de la idea de ir. Sin embargo, a última hora me animé y fui con toda la intención de presenciar el espectáculo, capturar el momento en una que otra foto y compartirla contigo y con todos los que visitan esta página. ¿Y qué crees? ¡Me lo perdí!
Aquello era una absoluta locura de gente. Llegué temprano, estaba en el área a eso de las cuatro de la tarde y el encendido sería para las 8:p.m., me fui un ratito a Times Square donde siempre te la pasas bien. Luego a paso rápido me dirigí a la Quinta Avenida para ubicarme y ¡oh, sorpresa! La Sexta y Quinta Avenida estaban completamente cerradas, amuralladas para impedir el paso, y por todos lados un despliegue de policías que intimidaba.
Luego de dar un vueltón enorme por fin ya escuchaba la música del espectáculo que siempre organiza la ciudad para esta ocasión, y de allí no pasé. Me parecía increíble que estando en plena Quinta Avenida, a sólo pasos del Rockefeller Center no pudiera avanzar más. Fue entonces cuando me vi en medio de una multitud de activistas. Una concentración de manifestantes indignados obstruyó el paso de por sí atorado, e impidió que miles nos quedáramos por fuera del evento al que nos dirigíamos.
Protestas en Nueva York
Las protestas de hoy obedecen al fallo del gran jurado en Nueva York, que determinó no presentar cargos contra el policía que causó la muerte del afroamericano, Eric Garner, al aplicarle una llave de manera ilegal. A esto también hay que sumar el enojo que recientemente produjo el caso de Michael Brown, muerto a manos de otro policía. A ambos casos se les atribuyen connotaciones raciales.
En Times Square se encontraba la viuda de Garner, acompañada por cientos de protestantes. En la Quinta Avenida, muy cerca del Rockefeller Center, estaba el otro grupo de manifestantes y activistas de derechos humanos, quienes pancarta en mano gritaban consignas como: «No podemos respirar», «La vida de los negros importa». A ellos se sumaban más y más voces entre los presentes. En medio del frío el ambiente se tornaba acalorado.
Por un instante pensé que aquello terminaría en disturbios. Los ánimos estaban caldeados, algunos empujones se dieron y la tensión creció cuando unas mujeres empezaron a gritarse con ánimos de discutir. Aquello podía ocasionar una reacción en cadena y terminar mal.
Afortunadamente no pasó nada que lamentar y las manifestaciones se dieron de manera pacífica. La presencia policial en el área era intensa.
El ardor e indignación es comprensible, un sentimiento de impotencia se apodera de nosotros cuando sentimos que se comete un gran acto de injusticia. A pesar del fallo de hoy con seguridad esto no termina aquí, nuevas marchas se darán próximamente para pedir justicia y que actos como estos no vuelvan a ocurrir.
Ya el mismo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha dicho que aún cuando se ha logrado avanzar en las relaciones raciales «…sigue habiendo problema…».
Debido a lo anterior no pude acercarme a presenciar el espectáculo que supone el encendido de 30 mil luces del mundialmente famoso arbolito de Navidad, con su enorme estrella de Swarovski. Con este evento se anuncia oficialmente el inicio de la Navidad en Nueva York.
Pero allí estará hasta enero el famoso árbol que tanto anima a los turistas conocer. En los días venideros te compartiré algo de la Navidad en Nueva York, que luce preciosa para estos días.
Aunque mi intención hoy era compartir contigo algo lleno de ilusión, como todo lo que envuelve a la festividad más bella del mundo, no podía dejar a un lado resaltar lo sucedido con las protestas de hoy.
Que un mundo lleno de paz y justicia reine para todos.