Las esculturas del Patito Feo y Alicia en el país de las Maravillas, están entre las más bellas con las que cuenta Central Park. El parque está repleto de estatuas por todos lados, algunas concentradas en un solo sector, como las del Paseo Literario donde están aquellas dedicadas a los escritores, pero otras se encuentran en diversos puntos del parque. Estas dos en particular, están en un mismo lugar, el que para mí es una de las áreas más bellas de Central Park: el Conservatory Water.
El Conservatory Water asoma a los ojos del visitante como una encantadora sorpresa, y es justo aquí donde se encuentran estas dos estatuas que muchos desean conocer. Y para quienes viajan con niños, pues va más que recomendada la visita. En ambas esculturas los niños pueden subir en ellas para jugar, y tú también.
Desde niños hemos escuchado la maravilla de cuentos infantiles, entre los que se destacan El Patito Feo, del escritor danés, Hans Christian Anderson, y la historia de Alicia en el país de las Maravillas, del escritor inglés, Lewis Carrol.
Hans Christian Andersen y el Patito Feo
La estatua del patito feo, toda de bronce, fue erigida en 1956 para conmemorar el 150 aniversario del nacimiento de Hans Christian Andersen, un bello monumento en honor al escritor. La estatua registra al escritor sentado sobre una banca con su famoso libro abierto y apoyado sobre sus piernas, en cuyas páginas se puede leer el inicio del cuento. A los pies del autor figura, como observando y escuchando con atención a su creador, el tierno patito feo, el más fotografiado y acariciado de todos.
Durante el verano, alrededor de la estatua, se realizan actividades de lecturas en grupo que permiten disfrutar la narración de éste y otros cuentos infantiles del célebre escritor.
Alicia en el país de las Maravillas
Luego, a pocos pasos, te encuentras con la estatua de Alicia en el país de las Maravillas, Alice in Wonderland, cuyo nombre en realidad es Margarita Delacorte Memorial. Esta es una escultura, también de bronce, mucho más grande y por donde la mires, todo a su alrededor, es una preciosa obra de arte.
Aquí, Alicia aparece rodeada de algunos personajes y elementos que dan vida al cuento. Alicia, la gran protagonista de la historia de la novela más célebre del escritor, permanece sentada sobre un gigantesco hongo o seta, durante una fiesta de té. Junto a ella se encuentran el Sombrero Loco, el Gato de Cheshire, y otros personajes claves del cuento. Además del gran hongo donde está sentada Alicia, hay otros más pequeños que permiten a los niños escalar la escultura y jugar a su antojo.
Esta obra fue diseñada por el escultor español José de Creeft y fue financiada por el millonario y filántropo neoyorquino, George T. Delacorte, en memoria de su esposa Margarita, quien era una gran admiradora del escritor inglés, Lewis Carrol.
Para tener una idea del relato puedes leer aquí.
Tomarse una foto junto a estas preciosas esculturas libres de turistas es toda una hazaña, pues siempre están rodeadas de personas y muchas más esperando su turno para la foto. En horas de mucha actividad, salvo pocas excepciones, no queda de otra que tomarla junto a los demás, pero si visitas el parque temprano en la mañana sí es probable tenerlas todas para ti.
El Conservatory Water es uno de esos lugares maravillosos, tranquilos, apacibles, donde vale la pena ir y desconectarse del mundo y su ajetreo físico y mental, un lugar que invita para pasar un rato largo, agradable y diferente y, como puedes ver, con estas dos bellezas que nos trasladan a nuestra infancia.
Y tú, ¿conoces estas esculturas? ¿Cuál es tu favorita?
Gracias por visitar Turismo NY, bienvenido (a) siempre 🙂