¿Pensando viajar a La Gran Manzana? Entonces considera visitar el Museo Americano de Historia Natural: Un recorrido por la historia de la Tierra y el hombre.
Dentro de los muchos museos que posee la ciudad, el Museo Americano de Historia Natural se destaca por su magnitud, es sin duda uno de los grandes tesoros de Nueva York.
Y aunque hay otros igual de importantes e impresionantes, como el MET, por dar un ejemplo, éste es diferente. Todo un mundo para disfrutar solo o en familia, los niños especialmente lo amarán.
Su diversidad, lo inmenso de sus instalaciones, y en general la riqueza guardada en su interior, lo convierte en un lugar lleno de magia, conocimientos, sabiduría… Nadie sale de allí sin llevarse una valiosa experiencia, memorable por demás decir, acaso de las más enriquecedoras en un viaje a NYC.
Historia
Fue fundado en 1869 por un grupo influyente de la sociedad, entre los cuales se destaca la figura de Theodore Roosevelt Sr., (padre del que fuera presidente de Estados Unidos), Robert Colgate y J.P. Morgan, entre otros. Juntos llevaron a cabo la misión de establecer en la ciudad de Nueva York un museo de esta categoría.
Con la fundación del museo se concretó el gran sueño del naturalista, Dr. Albert S. Bickmore, zoólogo de Harvard. Por muchos años, Bickmore insistió en la idea presionando para que se llevara a cabo la creación de un museo de historia natural en Nueva York.
Finalmente, contó con el respaldo de influyentes patrocinadores. La propuesta logró el apoyo del gobernador de Nueva York, John Thompson Hoffman, quien firmó un proyecto con el cual se crea oficialmente el Museo Americano de Historia Natural, un 6 de abril de 1869.
Aunque empezó de manera muy modesta floreció tanto, que hoy por hoy es considerado uno de los museos más grandes e importantes del mundo.
Está localizado en el Upper West Side de Manhattan, frente a Central Park.
Qué encontrarás
El Museo Americano de Historia Natural es dueño de una vasta colección que abarca más de 35 millones de piezas, considerada la más grande del mundo.
Es un complejo de 27 edificios interconectados entre sí, donde se despliega todo un universo maravilloso ante tus ojos.
Posee 45 salones de exposición permanente con plantas, fósiles, minerales y un sin fin de piezas y curiosidades insospechadas. Un planetario, biblioteca, tiendas con una diversidad de objetos para el recuerdo, varios restaurantes, en fin, mucho para ofrecer al visitante, por lo que vale la pena dedicarle todo un día para conocer de cerca la gran riqueza del museo.
Como es de imaginar, no toda la colección es expuesta al público a la vez.
Por razones de tiempo, siempre es aconsejable tener una idea previa del lugar a donde vas y dar una revisión a todo lo que puedes ver, así vas directo a lo que te interese más.
Sección de los dinosaurios
En el cuarto piso, se encuentra la sala de los dinosaurios. Sin lugar a dudas será uno de tus sitios predilectos.
La exposición de esta especie es una de las grandes favoritas. Interesante y muy variada. Fósiles y muestras a tamaño original.
Algunas muestras contienen casi en su totalidad piezas auténticas, mostrando la inmensidad asombrosa de aquellos dinosaurios como eran en realidad.
En la planta baja, entrada principal, se levanta la muestra espectacular del esqueleto de un Barosaurus hembra. Su cabeza está a la altura del quinto piso del edificio, sólo para tener una idea de cuán grandes eran.
Un grupo de elefantes disecados se exhiben en el centro de la Sala Akeley.
Alrededor del salón, se lucen algunos de los fascinantes y preciosos dioramas del museo, recreando paisajes y animales en su habitat natural. ¡Son espectaculares!
Un recorrido a través del tiempo
Recreación virtual del Big Bang
Esto no lo dejes pasar. Entrar en aquel salón, y observar en medio de la obscuridad una representación virtual del Big Bang, es impactante. Una sensación extraña seguro te envolverá.
Nota: Prohibido el uso de celulares y cámara fotográficas en este recinto.
Planetario
Los amantes de los planetas y meteoritos quedarán realizados en esta sección. Un lugar donde bien podrías pasarte el día si lo que buscas es mucha información.
Salón de la Vida del Océano
Todo un mundo de especies que no alcanzarás a verlas todas.
Y del mundo marino la ballena azul será la gran protagonista, la anfitriona del salón. Su tamaño es de una inmensidad extraordinaria.
Con casi 28 metros de largo, esta ballena suspendida del techo recrea lo que representa una ballena azul real.
Hay mucho más para ver.
La sección de la selva y el Amazona, tumbas precolombinas, cultura indígena de América Latina, de Estados Unidos, el mundo de las aves, y mucho más.
Aquí, una muestra del calendario azteca.
Tumbas precolombinas.
Con seguridad cada visita será un redescubrimiento único y siempre interesante.
Hay tanto para ver como curiosidades te puedas imaginar.
Algo muy interesante es encontrarte con este «pedacito» del tronco de un árbol antiquísimo. Impresionante.
En fin, el Museo Americano de Historia Natural es un lugar al que vale la pena ir tantas veces como sea posible, y dedicarle el tiempo necesario, cuidando cada detalle para conocerlo cada vez mejor.
Costo
Adultos: $22.00
Niños de 2 a 12 años: $12.50
Estudiantes y jubilados: $17.00
Nota: Como suele suceder en casi todos los museos, tienes la opción de pagar lo que esté a tu alcance. Muchos no lo saben, pero sí es posible entrar pagando muy, pero muy poco. Sin embargo, vale tener presente que la riqueza contenida en su interior bien vale el costo sugerido y el importe que das es de gran valor para su funcionamiento e investigación. Lo que finalmente pagues queda a tu discreción y presupuesto. Sea lo que fuere, no dejes de visitar este importantísimo museo, lo amarás tanto que desearás volver.
Ubicación
Central Park West, con la calle 79.
Horario
Todos los días de 10:00 a.m a 7:45 p.m.
Cerrado en Acción de Gracias y el 25 de diciembre.
Recomendaciones
No llevar ningún tipo de bebidas en tu bolsa o mochila, de lo contrario te harán salir para que te deshagas de ellas. Así que te las tomas o las botas. Mejor no las lleves.
Llevar calzados cómodos y apropiados para caminar ¡y mucho! Es tan grande el museo que los necesitarás.
Y para desplazarte lo mejor posible, lleva contigo una guía del museo, las encuentras tan pronto llegas y son gratis.
Visitarlo cuando el clima apremia será una grandiosa elección. Con un museo como éste no hay excusa para no salir y vivir una maravillosa experiencia.
Conclusión
El Museo Americano de Historia Natural de Nueva York es considerado por muchos el mejor del mundo.
Más de 35 millones de piezas lo respaldan, siendo uno de los sitios favoritos por quienes visitan la ciudad y un referente a nivel mundial.
Es una experiencia única para grandes y chicos. Para los niños, especialmente, es una maravilla…¡y los adultos que se vuelven niños también!
El Museo Americano de Historia Natural hace un significativo repaso por la historia de la humanidad y el mundo vegetal, animal y mineral.
Muy completo y educativo, por lo que debe estar en tu lista de sitios obligados para visitar en Nueva York.